LES DEMASELLES D’AVIGNÒN, ANÁLISIS SEMIÓTICO

Título: Les Demaselles d’Avignon (Las Señoritas de Avignòn)

Autor: Pablo Ruiz Picasso

Fecha: 1907

Localización: Museum of Modern Art. New York

Estilo: Cubismo

Técnica: Óleo sobre lienzo, 244 x 234 cm
Por: Análisis semiótico por Elizabeth Ramírez Rubio.

El presente texto se propone como un proceso de referencia para el análisis semiótico de una obra de arte pictórica, para ello nos apoyaremos de “Les Demaselles d’Avignon”. Por medio del razonamiento lógico, coherente y en la medida de lo posible objetivo, se conducirá a un lector no experimentado a una compresión más amplia de ésta obra de arte como un referente en el nuevo estilo llamado Cubismo.

Es así como a lo largo de la lectura se ofrecerán argumentos sólidos que justifiquen la siguiente hipótesis: Las Señoritas de Avignón es la primera obra cumbre del siglo XX, la cual concurrirá al nuevo estilo de vanguardia.

El 25 de octubre de 1881 en Málaga (España), nace un niño pequeño, robusto y de ojos vivaces; el cual recibe todos los nombres soñados por sus padres y abuelos: Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Crispín Crispiniano de la Santísima Trinidad Ruiz Picasso. También llamado por muchos críticos del arte: El mayor artista del siglo XX.

El primogénito es el niño consentido de una familia humilde y trabajadora. Su padre, un pintor y docente, es quien le orienta a encaminarse por esta profesión. Desde muy pequeño, Pablo comienza a demostrar a su familia y allegados las dotes artísticas; sin embargo a los catorce años Pablo decide revelarse ante las estrictas técnicas tradicionalistas impuestas por su padre.Es allí cuando comienza a crear obras que no solo iban en contra de la línea fuertemente marcada por el impresionismo, sino que también marcarían una nueva técnica artística.

Diversos críticos, analíticos y biógrafos coinciden en una estructura o línea de vida del artista, la cual estará compuesta por tres fases. La primera la llaman la época azul (1901 – 1904), en donde el artista representaba en los lienzos escenas de personajes moribundos o pobres, logrando jugar con los tonos fríos para darle a la obra una sensación de tristeza.

La segunda es llamada la época rosa (1904 – 1906), Picasso piensa que París tiene perfume de mujer y es el amor quien lo lleva a realizar un paso entre su tristeza de artista solitario y pobre, a la alegría del amor y sus primeros éxitos. La tercera (1906 – final de su vida), es llamada la época del color, la furia o cubista.

Quedémonos en la transición de su época rosa a la cubista. Pues es allí, en 1906, cuando comienza a dar pinceladas a uno de sus trabajos más ambiciosos: Las Señoritas de Avignòn. Aquella obra enmarcó una dura y menospreciada transición. La obra la cual fue comenzada en 1906 tuvo más de 800 bocetos hasta lo que hoy es conocida ante el público; los bocetos perfilaban cada característica de los personajes: cabezas, cuerpos, rasgos, etc.

Sin embargo llaman la atención dos; el primero, un boceto que demuestra el cambio de la idea inicial que tenía Picasso con su obra. Allí se encuentran siete personajes de los cuales dos son hombre y estaría representando una escena de un burdel. En el segundo boceto desaparecen las dos figuras masculinas y sería aquel, en el que Picasso se basaría para su obra final

Sin embargo en el contexto la obra no fue entendida y por el contrario fue menospreciada por su círculo de amigos bohemios (poetas, escritores, músicos, artistas…). Las duras críticas hacen que Pablo Picasso decida guardar la obra durante diez años. En 1916, en plena gloria y reconocimiento de su carrera como un vanguardista, decide darle luz y presentarla ante el público. Es así como “Les Demaselles d’Avignòn” es considerada la primera obra cumbre del siglo XX.

Dejando a un lado el contexto y para dar inicio al análisis propiamente semiótico de “Las Señoritas de Avignón”, debemos identificar que se trata de la representación de cinco prostitutas en un burdel. Lo anterior se intuye a partir del nombre de la obra; Avignòn es una calle de Barcelona reconocida en la época por sus vinculaciones con el mundo de la noche y la lujuria. Si bien es importante hacer mención que Pablo en su época de adolescente, cuando residía en Barcelona, era un continuo visitante del sector.

En la obra identificamos el abordaje del significado intrínseco de la prostitución, pasando éste a un plano secundario dando relevancia al género pictórico iconográfico del relato colectivo de aquellas cinco mujeres. Es importante en este punto resaltar el componente retórico (Oscar Steimberg), el cual hace referencia al tratamiento de las representaciones, que en este caso son figuras del género cubista.

En la estructura compositiva general, encontramos que la organización del campo visual se asienta sobre tres ejes verticales. 

El primero, la mujer con la cortina roja ubicada en la parte izquierda. El segundo, en la parte central, las dos mujeres con una representación pictórica más clásica; y el tercero, en la parte izquierda, dos mujeres con rostros en forma de máscaras. La última parte, la de las mujeres con máscaras, hace alusión al arte proveniente de África.

Por otra parte debemos identificar como el artista logra transformar con esta obra todas las formas de pintar. Por un lado los fondos son planos, sin perspectiva; hace uso de las figuras geométricas y por último, los colores no representan la realidad de los cuerpos sino que es un acercamiento a la óptica del pintor.

A su vez llama la atención los siguientes elementos, los cuales llamaremos secundarios: el bodegón, el cual está representado en figuras geométricas; la cortina roja, la cual le da equilibrio a la obra; y por último, las sábanas blancas, las cuales le dan luminosidad a la obra. En la misma línea encontramos teóricos, los cuales afirman que ésta obra no es el comienzo del Cubismo sino uno de tantas obras que dan lucidez a lo que posteriormente daría nombre al nuevo género.

En este punto, en un análisis del color; podemos identificar que la tipología del color son los colores secundarios y el predominio son los colores cálidos. Sin embargo es interesante apreciar como el Picasso realiza un contraste entre los colores cálidos (predominio) y los colores fríos. En este caso los colores fríos componen el fondo de la obra, dándole del mismo modo perspectiva.

Pese a los contradictores, es sin duda Pablo Picasso un rebelde e inconformista artista que logra romper todos los cánones artísticos. El uso de los trazados de la obra, la composición de las figuras y la nueva perspectiva de narración de la realidad, hace que el artista instaure y conquiste un nuevo modelo vanguardista: El Cubismo.